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Mayo parece ser un regalo para los amantes de las especies marinas ya que es en estas fechas en que llegan al Caribe Mexicano dos extraordinarios ejemplares: el tiburón ballena y las tortugas. Si te encuentras de vacaciones y tienes la oportunidad de nadar con el tiburón ballena en el Caribe Mexicano y presenciar el desove de las tortugas en Cancún te pedimos encarecidamente que en cualquiera de estas actividades no toques a estos hermosos animalitos, los respetes y dejes las playas limpias.

 

El Tiburón Ballena

Aún no se sabe con exactitud desde donde viaja el Tiburón Ballena para llegar al Caribe Mexicano, se sabe que vive por un tiempo en Bahía de los Ángeles en Baja California pero lamentablemente es muy costoso etiquetar a estos maravillosos ejemplares y tratar de seguir su ruta. Pero por el momento nos contentaremos en saber que llegan entre Isla Holbox e Isla Contoy para alimentarse del abundante plancton de la Península de Yucatán y oficialmente la temporada es del 15 de mayo al 15 de septiembre.  También sabemos que estos tiburones son la especie más noble y pacífica que jamás puedas imaginarte ya que nunca te harán daño pues no les gustas tú precisamente, lo que les encanta es el plancton, así que no temas y lánzate al agua y recuerda no tocarlos aunque pasen juntito a ti. A veces cuando hay mucha gente alrededor se intimidan y tienden a irse al fondo del mar.

Foto cortesía de BeachXperiences.com

 

Desove de las Tortugas

El estado de Quintana Roo es rico en flora y fauna y para prueba un botón ya que de las 7 especies de tortugas que habitan el país, 6 de ellas llegan a Cancún y la Riviera Maya. Los hoteleros y el gobierno municipal hacen una labor extraordinaria al proteger los huevos de tortuga desde el momento del desove hasta la eclosión. Se cercan áreas en donde quedan los huevos enterrados en la arena y son monitoreados constantemente. El Sunset Royal Beach Resort es uno de los hoteles participantes y cuando finalmente nacen las bebés tortugas, se invita a los huéspedes a liberarlas al mar. Esta actividad ayuda  a crear conciencia sobre la importancia de no consumir ningún producto derivado de la tortuga ya que 1 de cada 100 alcanza la edad adulta. Tristemente uno de los mayores depredadores es el ser humano, pero seguramente que tú harás la diferencia y una vez que tomes entre tus manos a una diminuta tortuguita y la liberes al mar, difícilmente podrías pensar en dañarla.

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Foto cortesía de Sipse.com