2nda Parte

Datos curiosos: Se llama Río Secreto al descubrimiento reciente de un sendero subterráneo en la Riviera Maya. Algunos cuentan maravillosas anécdotas acerca de este acontecimiento: dicen que el dueño salió de caza y se encontró un leopardo (las versiones urbanas dicen que fue un hipopótamo). Lo cierto es que debajo del suelo maya existía una maravillosa formación geológica que data de millones de años. Los espeleólogos y otros expertos han mapeado el lugar y el 10% de la totalidad de su extensión se encuentra ahora abierta al público.

La aventura del tour a Río Secreto consiste en un viaje sensorial. Por un momento te encuentras explorando una maravillosa cueva que consiste únicamente en formaciones de carbonato de calcio, pero que en su totalidad, luce como una construcción magnánima digna de admiración.

Los expertos afirman que hace muchísimo tiempo este lugar estuvo cubierto totalmente por agua; esto significa que la Riviera Maya se sumergió después de una catástrofe natural.  Las evidencias se pueden encontrar en la cueva: fósiles de conchas de mar, erizos, y otras formas perfectamente visibles.

Hay mucho que admirar de sus bellezas naturales. El agua es completamente nítida.  Mientras buceas, puedes distinguir algunos peces que salen a buscar comida. Otras veces te toparás con bancos de arena, y si tienes suerte con animales poco inusuales como anguilas de agua dulce. En la superficie puedes distinguir las columnas milenarias (la unión de estalactitas y estalagmitas), y a través de ellas,  existe un mundo fantástico que surge con la imaginación de cada quien: cascadas de agua, caras, objetos, palacios, castillos de hielo.

Antes de finalizar el viaje, el staff te invita a participar de un momento de silencio. Esto es para vivir la experiencia sensorial en la cueva. En el espacio de dos minutos se apagará todo el equipo de luces y estarás completamente ciego. No hay ruido. Si eres cuidadoso podrás escuchar las filtraciones de agua, y descubrirás los secretos del Río. Dicen que la cueva está viva y a veces te habla. El eco de cualquier sonido, por más mínimo que parezca, llegará hasta tu sangre…es sorprendente.

Río Secreto es una experiencia única; una aventura que no te puedes perder; un viaje que siempre recordarás; una belleza natural que puedes guardar como memoria viva. A veces te das cuenta que el Planeta Tierra está lleno de secretos y el territorio maya no es la excepción. Nunca te dejas de maravillar.

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1era Parte

Nuestra aventura en la Riviera Maya comenzó el sábado temprano. Llegamos a un lugar selvático que prometía una experiencia inolvidable: grandes malezas y expedición en un Boogie nos conducían a nuestro lugar de encuentro. Comenzamos a indagar en los misterios del Río de acuerdo a las imágenes de algunos turistas y folletos que encontramos en la entrada. Entre bromas decíamos que encontraríamos pirañas y cocodrilos. La aventura apenas comenzaba.

Después que nos entregaron nuestros trajes especiales de buceo, empezamos a bajar el túnel y llegamos a la interminable cueva.  La belleza se veía por todos lados. Del techo colgaban estalactitas y del suelo empezaban a vislumbrarse las estalagmitas. Sus brillos naturales eran sorprendentes. A veces parecían cuarzos, y sus formas y rugosidades eran todas distintas.

El guía nos comentó que los turistas tienen la posibilidad de visitar tres rutas. Nosotros optamos por el “Camino de la Alegría”, un sendero lleno de maravillosas estructuras naturales; diferentes formaciones geológicas y algunos seres vivos que han logrado adaptarse al mundo subterráneo; entre ellos vimos al pez gato,  algunos murciélagos y arácnidos, camarones sin pigmentación, entre otros. Nos sorprendió saber que a pesar de las condiciones inhóspitas de la cueva, hay animales que utilizan un sistema sensorial para sobrevivir.

En la medida que nos adentrábamos más, pudimos ver las filtraciones de agua. Apenas hace unos días había llovido y las gotas caían lentamente como rocío transparente. El agua llegaba a veces hasta nuestras rodillas y otras veces teníamos que nadar. Llegamos a un sendero mágico: a la izquierda podíamos optar por un chapuzón en una especie de cenote, y a la derecha se encontraba el famoso Río Secreto! Habíamos llegado y era hora de bucear…

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