Posterior al Derrame de Petróleo y anterior a la Cumbre del Cambio Climático, Cancún presencia una encrucijada medioambiental.
Cancún será sede en la próxima conferencia del Cambio Climático a finales de este año. La importancia de este evento impacta el recordatorio de dos catástrofes sin reparo alguno; la depredación ecológica del Estado de Quintana Roo en las últimas décadas y la catástrofe medioambiental ocurrida en el Golfo de México por el derramamiento de petróleo.
En primer lugar, está el impacto dado a conocer en la Cumbre del AMMJE, el día de ayer (26 de julio), donde se señaló que Quintana Roo se encuentra en el tercer lugar, entre los estados de mayor depredación ecológica después de Michoacán y Chiapas.
En segundo lugar, se denuncia un suceso histórico irreversible: “el peor desastre ecológico ocurrido en el mundo”: más de 2 millones de litros de petróleo vertidos en el Golfo de México, durante 37 días seguidos. “Los cálculos optimistas informan que se han derramado sólo 19 millones 870 mil litros, una distancia que cubriría poco más que un viaje de ida y vuelta entre Nueva York y Washington” (El Universal). De acuerdo a fuentes oficiales, existe menos de 1% de probabilidades de que el petróleo llegue al Golfo de México, pero la catástrofe puede acelerarse dependiendo de las condiciones climáticas en los próximos días. Una proyección elaborada por el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), advierte que una vez que el petróleo esté en la parte más alta del océano, éste alcanzará el rumbo hacia el Norte (Costa Atlántica de Estados Unidos) o hacia el Sur (Península de Yucatán) para agosto de este año.
La reactivación de Cancun en el plano internacional, dependerá en gran medida del liderazgo ambiental que ha sido delegado al Estado de Quintana Roo a través del la Conferencia de Cambio Climático a finales de año. Este suceso exige una visión completa de nuestra realidad ecológica; en primer lugar, sumando esfuerzos a la reparación de daños medioambientales, y en segundo lugar, logrando una visión de liderazgo internacional que repercuta directamente en la reactivación económica y el auge del turismo para los próximos años.
Copenague, el último intento por lograr un acuerdo legal para el cambio climático fracasó. La medida para reducir gases causados por el CO2 comprometió a las economías en vías de desarrollo; tanto más al G-8 (el grupo de países que encabeza el liderazgo mundial) a su infraestructura y bienestar socioeconómico. Ahora el mundo ve con ojos de esperanza el próximo encuentro: se pretende una reducción del 30% del total de emisiones del CO2.
Cancún se prepara para un evento sin precedente; se esperan 4 millones de dólares, asignados para la promoción, la infraestructura sustentable y el liderazgo: una encrucijada medioambiental.¿Seremos capaces de cubrir las expectativas que ha puesto el mundo sobre nosotros? Es una gran oportunidad para unir esfuerzos y demostrar interés enmateria medioambientaly turismo sustentable; una motivación que esperemos continué desarrollándose en los próximos años.